jueves, agosto 17, 2006

Ciudad francesa rinde homenaje al sonero del mundo















En el 2003 recibió los honores como «Mosquetero de Armagnac». Hoy, con la Medalla de Honor de la ciudad de Vic, el león de la salsa ruge de nuevo pero para quedarse en la tierra de Dartagnan. ¿La dirección? Avenida « Oscar D’León », Vic-Fezensac 32190 Gers, France.





Yellice Virgüez Márquez

Por aquí por donde desde hace más de una década se efectúa exitoso el Festival Tempo Latino, transitará con orgullo latinoamericano y para la posteridad el nombre sin epónimos del venezolano Oscar D’León. Durante la tarde del domingo 30 de julio, el Ayuntamiento de la ciudad francesa de Vic-Fezensac sorprendió al sonero del mundo y a su orquesta con estos reconocimientos : la Medalla de Honor de la ciudad, una calle, una historia.


Ya son casi dos meses que el Rey de la salsa y su equipo tienen recorriendo el viejo continente. Las experiencias son múltiples, los conciertos celebrados hasta ahora han sido un éxito, las satisfacciones muchas y, por qué no decirlo, el cansancio agobia los cuerpos y también se extraña a la familia. Y es que el tour D’León no se complace solo en brindar cada espectáculo por países y ciudades sino que, a fin de complacer a los seguidores con diversas fechas en una misma ciudad, acopla el intenso itinerario con idas y venidas recurrentes. Es el placer del artista, el público lo agradece y las ciudades también.


En trece años, es la cuarta vez que Oscar D’León viene como invitado especial en lo que se erige como una fiesta latina de referencia en Europa. Son diez años de amistad que le unen a este evento estival. El reencuentro no podía pasar desapercibido y así lo acordaron organizadores y representantes gubernamentales locales : Música en las Arenas –plaza de toros donde se realizan tradicionalmente los grandes conciertos-, y una calle para el sonero.
Eric Duffau, presidente del reconocido festival, explicó en exclusiva para El Mundo la importancia de todo este tiempo de confraternidad: « Nosotros queríamos remarcar los diez años de la edición en la cual Oscar puso al Festival Tempo Latino en órbita… ¡y bien alto!».

- ¿De allí la idea de estos reconocimientos?

- Son distinciones diferentes pero tomadas conjuntamente entre la Alcaldía de la ciudad de Vic-Fezensac y el Festival, por la notoriedad que él le ha brindado a ambos (…) Porque él es su compatriota –dijo a su interlocutora-, pero nosotros aquí lo queremos mucho y a mi juicio es el más grande… en el plano humano, por su intercambio con el público, por su generosidad, por su talento, por la dirección de su Orquesta, por el amor que transmite a la gente... Es un hombre que sabe de dónde viene y ama a la gente. Nosotros queríamos reconocer también su calidad humana.


Y así fue. El alcalde de la ciudad de Vic, Michel Sanroma, hizo entrega de la Medalla de Honor de la Ciudad por todo lo que el sonero del mundo significa para la música afrocaribeña, y por su colaboración como embajador musical. En la sede del Ayuntamiento, el León de la Salsa recibió entre lágrimas y ovaciones el primer título de la velada. Sin embargo, las sorpresas comenzaban.


En los alrededores de las ya míticas Arenas de Vic, se encuentra una gran explanada que se viste de fiesta cada año en el marco del Festival. Las animaciones se realizan allí y el espacio permite dar rienda suelta a descargas no solo musicales sino también deportivas. Detalle : a pesar de ser tan popular, no tenía nombre. Es simple, « nosotros queríamos también rendirle homenaje... Queríamos bautizarla Avenida Oscar D’León », arguyó Duffau.


Para develar la placa que pronto quedará fijada en el sitio, los preparativos se cuidaron al máximo. En aras de hacer una presentación especial de Oscar, le hicieron descender desde una puerta en lo alto de las Arenas, « en alto, como Oscar », subrayó el directivo de Tempo Latino. Las notas de la fanfarria de Orleáns se dejaron escuchar mientras que el artista ingresaba a la pista en medio de la multitud.


El sonero del mundo agradeció conmovido la distinción y, con su voz como canal, también lo hicieron todas las notas que integran el mosaico musical afrolatino. Por su parte Oswaldo Ponte, manager sin par del artista, expresó su sorpresa y alegría por el reconocimiento, y destacó la importancia que ello tiene para los venezolanos y todos los latinoamericanos en pleno. La retribución a la ciudad que los recibe cálidamente desde hace una década, estuvo a la orden del día.


¡Todos para uno… Uno para todos !



Tras otorgar estos reconocimientos al sonero del mundo, llegó la hora del concierto esperado por todos y, con él, la sorpresa de Oscar D’León para la ciudad y su gente. La petición de la composición de lo que será el himno del Festival no se hizo esperar. El venezolano hizo entrega de la partitura original al alcalde Sanroma, y arrancó el concierto con el estreno de « Vic – Fezensac ». El león de la salsa se inspiró en las bondades de esta tierra y sus experiencias en estos espacios, para cantarle a Tempo Latino con el nombre de la ciudad que lo abriga.


Más de cien mil personas colmaron las Arenas. El concierto de tres horas de duración superó con creces al anterior : « siempre es así, él cada vez hace mucho más », afirmó el presidente del Festival. La ocasión se prestó para homenajear también a la guarachera de América, Celia Cruz, quien en el año 98 compartió tarima con el sonero y cuya actuación se recuerda como una de las antológicas dentro del Festival.


En las Arenas de la gala Sur-Oeste, el Rey de la salsa dejó en claro una vez más que además de la salsa, ejerce con gusto el reinado sobre otros ritmos como el cha cha chá, las plenas, el son montuno, el bolero, la cumbia, la guaracha y más. Venezuela cautivó este lado del hexagonal, pues la agrupación de origen criollo pero radicada en Barcelona (España) Tambores de mi pueblo, amenizó otros espacios en Vic.


Esta décimo tercera edición ofreció cuatro días de conciertos, foros, cursos de baile para los más novatos y las populares descargas. Los invitados fueron el grupo Free Hole Negro, Sergent García, Son Boricua con José Mangual Jr. y Jimmy Savater, Cheo Feliciano, Mercadonegro, Plena Libre, Bobby Valentín y su Orquesta, La Charanga Contradanza y, para cerrar, Oscar D’León.


Se pudo conocer que desde ya se evalúan escenarios y panoramas musicales para la celebración de los quince años de Tempo Latino. En ella los soneros protagonizarán el programa y, por supuesto, ya se cuenta con la participación del maestro León. En este sentido, el comité organizador espera por lo tanto una cobertura masiva por parte de los medios venezolanos.


Embajador de Venezuela… y de la Gascoña


El propulsor de Tempo Latino aseguró que Oscar D’León «ha sido un gran embajador de Venezuela en Francia». Al respecto, expresó conmovido que la otrora pequeña Venecia « puede estar muy… muy orgullosa de un hombre como él… y lo digo con mucha emoción porque aquí a Oscar lo queremos muchísimo. Es un gran señor con un corazón enorme que destaca, desde su primera canción, a todos sus músicos. El es grandioso, es el más grande por el amor que transmite hacia su cultura y a su país».


En esta ciudad donde la tauromaquia invade el espíritu de sus pobladores como también lo hacen los elixires del Armagnac o del Floc, el ritmo afrocaribeño tiene reservado cada año un sitial importante. Este festival abre espacio entre iglesias romanas y castillos al mestizaje cultural. De La Conga al Barrio Latino o de Las Arenas hasta sus antiguas callejuelas, « Vic » se convierte los veranos en una descarga musical.


Y a partir de ahora, « Oscar D’León » abrirá diariamente paso a los asiduos tempolatinos, pobladores y turistas de este corazón del Gers y de la Gascoña. Cerca de ciudades como Toulouse y Bordeaux, en tierra bendita por clima dulce y verdes parajes, la avenida del sonero se codea con aquella de Edmond Bergès y la calle Víctor Hugo. Por aquí por donde transita este caluroso verano, quedará como no lo había soñado Dumas, este caballero musical andante de Sur América.


« Es un gran embajador de Venezuela pero también de la Gascoña porque él es Mosquetero de D’Artagnan », señaló Duffau e informó que éste es un título honorífico que ostentan embajadores, jefes de Estados y grandes representantes de empresas. En todo caso y como digno de un cuento de Fezensac, los Pirineos Medios honran como mosquetero y con una avenida al sonero mayor.


«Ya usted se da cuenta de que yo no tengo sino elogios y cumplidos hacia él –concluyó Duffau-… Oscar es un gran padrino para nosotros y es parte de nuestra familia». O como lo diría el poeta chileno Vicente Huidobro «Eres ruido de una calle populosa llena de admiración».

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