miércoles, julio 26, 2006

Latinoamérica arranca en Fa concurso internacional Philip Jones


Yellice Virgüez Márquez

El pasado 10 de septiembre en la ciudad francesa de Guebwiller, el trompetista venezolano Francisco Flores se hizo acreedor del primer premio en el Concurso Internacional de Metales «Philip Jones». Al lograrlo, el tachirense coloquialmente llamado “Pacho” se inscribe en el récord musical como el primer latinoamericano en llegar a la meta. La noticia llega a su terruño latino con notas de la suite de Florent Schmitt, frente a un sector musical que celebra el suceso más en acordes de sonatina que de retreta.

Desde el año 1995 el Consejo Departamental por la Música y la Cultura del alto Alsace, auspicia esta competencia musical que exalta la ejecución de metales bajo el nombre de quien fuera uno de los trompetistas más destacados de Inglaterra. España y Japón preceden a Venezuela en el podium ganador con el segundo y el tercer lugar, respectivamente.

El maestro francés Eric Aubier destaca enorgullecido el potencial, la capacidad de asimilación y el tesón de este joven de 24 años, cuyas cualidades y perfeccionismo, le han llevado progresivamente a los laureles de dos competencias internacionales. La anterior fue este mismo año en Hungría y con el resultado “inesperado” del tercer lugar. Sin embargo, tres han sido los intentos y de éstos muchos los aprendizajes según reitera Flores.

- Amante de la trompeta y... ¿con cierto gusto a los concursos?
- (Risas) No... lo que pasa es que en el primero me di cuenta de que el nivel de los seleccionados no era tan distante del mío. Era cuestión de ponerme a trabajar. En ese momento no estaba preparado pero me ayudó estar allí para saber que no era imposible.

En aquella quinta edición del « Maurice André » en Paris, la segunda ronda no aguardó ni por Pacho ni por Jorge Luis Sandoval, otro venezolano. No obstante, ya radicado en Francia, la primavera de Budapest floreció para Venezuela el tercer premio. “Aprendí lo que no tenía que hacer y me dejó una... cosita... por seguir trabajando. Me mentalicé”.

Y lo hizo bien. Con el éxito del Philip Jones, se reserva para el 2006 el lugar estelar en al menos cinco conciertos en Europa. Una recompensa académica sin duda de gran peso así como la económica después de horas intensas de estudio.

- ¿Qué experiencias has logrado reunir a través de la participación en estos concursos?
- Que trabajando se pueden lograr las cosas... que el trabajo es recompensado y que no se pasa en vano.


Con la boquilla... de papá

Como para la mayoría de los músicos, el guiño armónico de Pacho comienza a temprana edad y con sólidas influencias. La trayectoria arranca en Fa a sus 8 años al lado de su padre, también trompetista, en la Banda Municipal de Táriba del estado Táchira. En la Escuela de música “Miguel Angel Espinel” inicia de manera formal los estudios, pero es a la edad de 16 cuando decide que su alter ego es la trompeta y no la Contaduría Pública.

Cursos en Costa Rica con el maestro Gilbert Jhonson, o bien en Caracas en el Instituto Universitario de Estudios Musicales (IUDEM) con el maestro Eduardo Manzanilla, consolidan sus inicios. El recorrido por el mundo académico lo inserta más adelante en el sistema orquestal venezolano de la mano de su propio creador, el maestro José Antonio Abreu. Su ingreso en la otrora Orquesta Sinfónica Juvenil de Venezuela, ahora llamada O.S.J. Simón Bolívar “B”, era inevitable. El reencuentro con otras latitudes musicales en territorios internacionales comenzaba, y con él la participación en distintas agrupaciones: el ensamble Epsilon y el Quinteto de Metales de la Orquesta Gran Mariscal de Ayacucho, entre otras.

En el año 2004, ostentando el cargo de primera trompeta de la OSJ-SB, de trompeta solista en la OSJV e integrando el Quinteto de Metales “Simón Bolívar”, se instala en Francia con una idea puntual: “depurar la técnica, el sonido, la musicalidad, el nivel de solista...” Y vaya que el objetivo es asequible frente a la disciplina académica tradicional del viejo continente.

El país galo le sonríe y en el Conservatorio Nacional Regional de Rueil-Malmaison obtiene el diploma de Perfeccionamiento en junio pasado. El Conservatorio Superior de Paris, espacio ansiado y disputado en el gremio de las artes, también le da la bienvenida. Sin embargo, el objetivo del joven tachirense es claro y ante el riesgo de “limitar” su amplio campo de estudio y trabajo, opta por descartar el CSP, continuar sus estudios en el regional con el maestro Aubier, y dividirse entre América y Europa con sus mezcolanzas de afectos, música y proyectos.

- Ingresar en el Conservatorio Superior de Paris es una aspiración muy codiciada entre los músicos académicos. ¿Qué te hizo tomar la decisión de, una vez aceptado y con amplio margen, desechar la opción de continuar allí tus estudios?
-Yo quería conocer gente... Estar 4 años en el conservatorio absorbe mucho por su nivel, claro. Pero yo quiero tocar... quiero conocer maestros... quiero tocar de solista. Quiero comenzar a hacer carrera.

Pacho vuelve a Venezuela con los compromisos ya adquiridos en materia de clases magistrales y conciertos en Europa. Al menos cuatros veces al año Francia, España y Alemania principalmente, le recibirán como hasta ahora con maestros tales como Reinhold Friedrich, Juanjo Serna Salvador y Carlos Beneto Grau de la Academia Spanish Brass, entre otros.

Tubam canere... para toda Latinoamérica

Francisco Flores reconoce que el sistema orquestal venezolano ha sido un apoyo fundamental para su trayectoria. No obstante, para nadie es un secreto que el contacto con metodologías de estudios foráneas es necesario para la consagración del músico clásico. El dilema entre “hacer carrera” fuera de los escenarios nacionales o mantenerse en ellos, azuza constantemente a no pocos oídos absolutos.

El tachirense observa sus alcances en una trayectoria que reconoce productiva pero, con sordina a cualquier ruido que obstaculice su línea, asegura que aún puede hacer mucho por él y por el país desde Venezuela, al menos la mayor parte del tiempo. La actividad pedagógica está en la lista de proyectos, especialmente en el marco del Conservatorio Andino Itinerante de la Corporación Andina de Fomento (CAF). Una manera de contribuir en la cosecha de un academicismo latinoamericano que considera aún en proceso de descubrimiento . “En Europa ya todo está hecho... en cambio aquí estamos en un campo virgen que debería explotarse”.

Con trompetero a pulmón el joven pregona sus ambiciones: “Sueño con tener varios discos... con una carrera como solista por todo el mundo... con poder enseñar sobre todo en Latinoamérica”. Soplan vientos buenos pero aún en caso de bemoles y vibratos, Pacho adelanta que desde ya se está “planificando” para continuar a tono. El próximo concurso “Maurice André”, en noviembre del 2006, se anuncia con fanfarria.

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